viernes, 10 de julio de 2009

DREAM THEATER - Black Clouds & Silver Linings (2009)


El primer álbum de DREAM THEATER que fue lanzado al mercado cuando yo ya era fan de la banda fue Falling Into Infinity. Cuando lo oí por primera vez me agrado mucho aunque menos que sus predecesores. Luego vino la obra cumbre, Scenes From a Memory, mi disco preferido de todos los tiempos, del cual me enamore, como pocas veces, en la primera audición, una noche en la que con audífonos encontré uno de los pocos álbumes de los que puedo decir que todas las canciones me fascinan.

Después de ese evento, sin embargo, mis experiencias con las nuevas producciones del Teatro de los Sueños han sido mucho menos consistentes. Six Degrees of Inner Turbulence me decepcionó, con un primer disco mediocre aunque con un segundo disco brillante. Train Of Thought me disgusto aun mas en un primer momento, con su horrible primera canción y los excesos metaleros de la banda, además de la casi total desaparición de Rudess de la mezcla final (debo decir que el álbum, ha mejorado mucho con el tiempo en mis preferencias). Cuando Octavarium fue lanzado, yo ni siquiera lo pude comprar de inmediato por razones que no cabe mencionar, y cuando lo escuche me pareció interesante pero sin magia, lleno de canciones que sonaban a alguien mas (MUSE, U2). Systematic Chaos fue en un principio una redención de la banda pero conforme lo fui escuchando mi relación con el se fue enfriando.

Con gusto puedo decir que el nuevo larga duración de DREAM THEATER, Black Clouds and Silver Linings, se constituye en el mejor álbum de la banda posiblemente desde el segundo disco de Six Degrees of Inner Turbulence. Hay muchos factores que me llevan a tal conclusión:

- El reencuentro de la banda con la melodía y los esquemas armónicos propios de Scenes From a Memory; en ninguna canción se siente tanto esto como en la que abre el disco, "A Nightmare to Remember."

- La importancia que se le ha dado a Rudess en el trabajo final. Si bien su trabajo fue ascendiendo de nuevo luego de la brutal caída en Train of Thought, es ahora cuando su regreso a la primera línea se manifiesta por completo.

- El abandono de la práctica de “wearing our influences on the sleeve”, es decir, de no tener empacho en mostrar las bandas que influenciaron a la banda, lo que es lo mismo que simplemente decir “sonar igual que tal o cual artista”. Finalmente, en Black Clouds and Silver Linings, DREAM THEATER no suena a MUSE, no suena a U2, no suena a PINK FLOYD, ni a ninguna otra banda. Cierto es que en “The Best of Times” las referencias a RUSH son constantes y evidentes, pero no se puede decir que toda la canción sea un facsímil de alguna composición del trío canadiense, a diferencia de casos anteriores (“Panic Attack” como disfrazado cover de MUSE por ejemplo?)

- La reafirmación de DREAM THEATER en sus valores y en lo que los llevo a ser la banda de metal progresivo más importante de la historia. En este álbum el grupo deja de tratar de emular a otros en su estilo ni necesita artistas invitados como en Systematic Chaos. Black Clouds and Silver Linings suena a DREAM THEATER y a nadie más.

El disco abre con su mejor canción, “A Nightmare to Remember”, en mi opinión la mejor canción extra-larga de la banda desde la canción titular de Six Degrees of Inner Turbulence y la mejor canción en definitiva desde “The Root of All Evil”. La canción va creciendo poco a poco con un soberbio trabajo en la larga y elaborada introducción por parte de Petrucci, Myung y Rudess, quienes construyen el edificio armonico apropiado para un excelente discurso melódico de Labrie quien tiene oportunidad de brillar con su prístina voz. El coro de la canción nos lleva de regreso a las armonías y tonadas de Scenes From a Memory. Los pésimos efectos de lluvia no deben importar en el disfrute de una de las mejores canciones de la banda, donde se mezclan momentos de fuerte metal con pasajes de bello canto melódico. La sección instrumental es brillante, sin caer en los recursos fáciles del pasado (como el rag-time de Rudess que de una graciosa ocurrencia se convirtió en penosa costumbre). La sección media de la canción nos recuerda fuertemente al excelente e injustamente criticado Falling into Infinity, con una fantástica revisión de las posibilidades melódicas de Labrie y la banda y un coro lleno de la gloria de antaño. Un autentico himno que por sí solo convierte a este álbum en uno de los fundamentales de la carrera de DT. Si hemos de mencionarle algún defecto, este sería el desacertado uso del “growling” por parte de Mike portnoy hacia el final. No es ni grito de furia ni verdadero growling, es solo alguien lastimándose las cuerdas vocales innecesariamente.

A continuación la banda nos regala una canción mucho más fácil pero muy encantadora. “A Rite of Passage” me decepciono en un primer momento con su extrema similitud a “Home” de Scenes From a Memory. Todo el armazón de la pista está basada en la legendaria canción de 1999, la introducción y el riff principal solo alteraciones de los más complicados del celebrado álbum, el pre-coro casi exacto al de la gran canción. Sin embargo, con continuas audiciones la canción revela su magia en su simplicidad y en su soberbio coro, uno de los mejores en toda la carrera del Teatro de los Sueños, y uno que sin duda gritare a todo pulmón en dos semanas cuando asista a mi segundo concierto de DREAM THEATER.

"Wither", por otro lado, nunca pasa de ser una olvidable canción tipo balada que no alcanza la magia de similares intentos como “Another day”. Lo que sí cabe destacar es la excelsa voz de Labrie que una vez más demuestra que para cantar melodías no hay nadie como él.

La culminación de la serie sobre el alcoholismo que Portnoy comenzara en “A Glass Prison”, “The Shattered Fortress” es la mejor canción de la serie después de “The Root of All Evil”. Si en un inicio la canción pareciera un desordenado collage con extractos de todas las canciones anteriores, con audiciones posteriores se revela en su brillantez, donde espléndidamente se repasa en forma rapsódica todos los pasajes de la suite. La perfecta conclusión para un proyecto ambicioso, “The Shattered Fortress” es sin duda la segunda mejor canción del disco, junto a la que viene a continuación. Como un añadido, tuve la ocurrencia de escuchar las cinco canciones de la suite de corrido, y debo decir que la obra adquiere total coherencia, pese a su más bien pobre comienzo (“A Glass Prison”) y el aburrido preludio al último capítulo (“Repentance” de Systematic Chaos).

“The Best of Times” es una canción dedicada al padre de Mike Portnoy, Howard Portnoy, recientemente fallecido. Como tributo a una persona y recuerdo de tiempos bellos es absolutamente perfecta. Como canción es memorable, si bien es en la que la banda más fuertemente muestra sus influencias, sobre todo RUSH. De todas formas, la voz de Labrie suena totalmente reconfortante e iluminada al agradecer al progenitor de Portnoy, y a través de él, al de todos nosotros. Petrucci nos obsequia uno de sus solos más melódicos en muchos anos hacia el final de esta maravillosa oda.

El álbum cierra con la canción más larga del grupo desde “Octavarium”. A diferencia de ésta ultima, “The Count of Tuscany” arranca sin citar a nadie, sin sonar a nadie más sino a DREAM THEATER, con una introducción digna incluso de los tiempos de “A Change of Seasons”. Hasta este instante de la canción ésta es sin duda el punto más brillante de la carrera de la banda desde Scenes From a Memory, sin distar mucho del nivel de la legendaria obra cumbre. El verso tiene una energía increíble, llevándonos incluso más atrás, a las vitales y joviales épocas de Images and Words. El pre-coro es el primer momento imperfecto de la canción, con Labrie y Portnoy en dúo emulando a Dave Mustaine en una sección que hace poca justicia al melódico coro que la sucede y sobre todo a la soberbia introducción que la precede. De aquí, la superioridad de “The Count of Tuscany” comienza a hacerse menos evidente, con una sección instrumental menos inspirada que se alarga por más tiempo del necesario. La reaparición de la voz trae paz y cierra el círculo, pero no logra evitar que la canción haya pasado de ser el trabajo más logrado de la banda en 10 anos a una canción épica claramente necesitada de un editor o un par de tijeras en último caso.

El álbum no es perfecto y aun no logra alcanzar las cumbres a las que el grupo neoyorquino accedió hace exactamente una década, pero posiblemente eso nunca vuelva a suceder. Usualmente, los artistas tienen solo una oportunidad para crear esa obra maestra, ese trabajo perfecto gracias al cual tendrán acceso a la eternidad. Raramente se logra llegar a la cima dos veces en una carrera. DREAM THEATER ya tuvo dos roces con la total perfección en Images and Words y en Scenes From a Memory y eso es suficiente para mí y todos sus fans. Ahora nos han regalado una excelente colección que nos reafirma en nuestro favoritismo y amor hacia la banda. Mí preferida ayer, hoy, y siempre.

Solo debo decir que, en el gran duelo entre mis dos bandas favoritas, parece ser que en esta ocasión, posiblemente por única vez, la victoria va camino de Finlandia. De todas formas, que mis dos agrupaciones preferidas hayan decidido volver a tiempos de mayor gloria es un regalo que no puedo sino agradecer desde los más profundo de mi ser.

9/10

3 comentarios:

  1. No se ya el momento que suceda. Quiero estar ahí ya. Quiero que se descorra el telón y ver por primera vez en compañía de mis brothers esa bestialidad de banda.

    No puedo ni imaginar el setlist, es complicado porque no tengo fuentes de información al asistir al primer concierto de la gira PN09. Todo será sorpresas.

    Refiriéndome al post como tal, creo que nunca vamos a encontrar una obra que supere SFAM; pero más que por sus cotas artísticas la banda no logre alcanzarlo, sino porque día a día ese album va creciendo dentro de nosotros, día a día con cada escucha el listón se va poniendo más alto.

    A mí este disco me gustó mucho, mucho más que lo oído desde el 6DOIT (disco 2) y la canción Octavarium, sobre todo haciendo incapié en tu comentario, suena a DT puro y duro. Como tiene que ser.

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  2. Lo bueno es que los setlist no son fijos... Capaz nos sorprenden con alguna cancion de las mas "nuestras"...

    Lo que si es seguro es que podremos corear "A Rite of Passage".

    Es correcto lo que dices de SFAM. No es solo su calidad: cada dia que pasa es otro dia en el que ese disco gana 24 horas mas de historia con cada uno de nosotros...

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  3. Hello Teo, forgive me for writing in English, but my Spanish is pitiful (though I understand it quite well). Yesterday I had the opportunity to listen to two tracks from BC&SL, "The Shattered Fortress" and "The Count of Tuscany", and reviewed an album by an Italian band (Centrica) whose keyboard player is a friend and student of Rudess - and of course thought about you!

    If you don't see me around on PA, it is because I have had my account suspended after yet another scrap with the Admins. I'd rather not post email addresses here, but I have a MySpace page, and you are welcome to send me a message there.

    All the best,
    Raffaella.

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