martes, 23 de junio de 2009

AMORPHIS - Skyforger (2009)


La música de AMORPHIS me ha acompañado desde hace ya más de 14 años. De las bandas que escucho con bastante regularidad, y sobre todo de mis favoritas, la finlandesa es una de las que conocí mas temprano, allá por 1995, cuando, jugando a ser metalero extremo con un amigo, adquirí un doble-CD llamado Death III: Is Just The Beginning, una recopilación de las disqueras Nuclear Blast y Relapse con más de 30 artistas de todos los géneros del metal extremo. Si bien la mayoría de las canciones dejaba un tanto que desear, la número 2, “Forgotten Sunrise”, de una banda finlandesa de extraño nombre, siempre me cautivó con su melancolía, su melodía, su gélido sonido. Poco después en “Headbangers” de MTV Latino pudimos ver el video de una nueva canción de la banda, “Against Widows”, mucho menos death y con un nuevo cantante que añadía más posibilidades melódicas a la música de este grupo. Fue cosa de pocos meses el viajar a Europa, comprar el disco (Elegy) y convertirme en un fan total de la música de AMORPHIS. Desde ese entonces, solo el Teatro de los Sueños y (más recientemente) GENESIS la superan entre mis bandas preferidas.

Desde el comienzo, la magia de AMORPHIS radico en el carácter frio y nostálgico de su música, en la hábil mezcla de death metal con melodías y ritmos folk propios de Finlandia, los riffs de carácter melódico, bastante IRON-MAIDEN-escos, la simbiosis de un growling pesado y grave con la voz limpia, evocadora, helada de Pasi Koskinen, el diablo y el dios de las cosechas en un solo canto; cuando AMORPHIS lanzo al mercado Tuonela, le añadió toques de rock clásico sicodélico, con pianos usualmente tristes, con arpegios de guitarras propios de PINK FLOYD y HAWKWIND, dándole a la música un sabor inconfundible, glaciar, como venido de épocas donde en Finlandia los lagos miles y los bosques verdes eran poco poblados por gentes simples y alegres y a la vez de las profundidades de las grutas donde merodeaban los demonios y espíritus mas cercanos al infierno.

Mientras la mayoría de bandas de melodic death metal se acercaban ya al metalcore o más bien se adaptaban a los tiempos con versiones más alternativas de su música, AMORPHIS siguió firme en su estilo polar, alejándose un poquito más del death metal con cada nuevo álbum. Finalmente, Pasi Koskinen dio un paso a un lado y la banda contrato los servicios de Tomi Joutsen. Mucho dude yo acerca de las posibilidades de la banda con este nuevo vocalista “limpio”. Pronto los finlandeses me demostrarían que querían seguir adelante lanzando el irregular pero prometedor Eclipse, donde la voz del nuevo cantante se mostraba más versátil, más educada que la de Koskinen, si bien un poco menos característica, única. Silent Waters mostró una mayor cohesión entre músicos y cantante, con un retorno leve a las melodías oscuras y al death metal de antaño. Por fin, Joutsen ha acabado de convertirse en parte esencial de AMORPHIS y unirse a Holopainen, Koivussari y Kallio formando un todo inseparable en el nuevo larga duración de la banda, Skyforger.

Desde el comienzo, AMORPHIS nos anuncia un regreso a épocas pasadas y sublimes. “Sampo” arranca con un hermoso riff de piano, de esos que solo esta banda ha sido capaz de regalarme, un riff melódico como ninguno, que me transporta volando a regiones nórdicas frías pero con corazones cálidos. La voz melódica de Joutsen es la corriente aire donde flotamos cual alfombra mágica. A media canción Joutsen y el piano dialogan solos, y somos privilegiados oyentes. Hacia el final, la música adquiere tonos pesados y amenazadores, y Joutsen ruge con un growling gravísimo y maligno; parece el espíritu de los bosques que pone en peligro la paz bucólica de la aldea de mil y un lagos. El canto de triunfo vuelve al final, para recordarnos de la victoria suprema que en AMORPHIS siempre tiene lo puro y lo vital.
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Sin pausa nos adentramos en “Silver Bride”, rápida, con una melodía y una estructura que me recuerda a la tan acogedora “House of Sleep” de Eclipse, con un coro casi igual de atractivo. “From the heaven of my heart” comienza con un hermoso monólogo de piano, La música me recuerda a las ya lejanas épocas de Elegy y la aparición de Joutsen me trae a la mente momentos del inigualable Tuonela. Joutsen logra tan sutil pero marcadamente demostrar dos facetas, una casi inocente, triste y resignada, otra enérgica, adolecente, rebelde, y eso incluso sin mostrar su tercera, la del demonio enjaulado en cuerpo de hombre de sus rugidos death metal.
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El inicio de “Sky is Mine” casi me lleva al delirio cuando oigo el mismo tipo de arpegio sicodélico que diera inicio, 11 años atrás, a “The Way” en Tuonela. La canción es bella e inquietante. El regreso al pasado es aun más notorio cuando “Majestic beast” aparece, una bestia con un riff pesado y con la bestial voz del infierno de Joutsen en un retorno al death metal melódico de “Greed” en Tuonela. El trabajo de las dos guitarras en el coro es brillante como lo es a lo largo del álbum, una jugando sobre la otra, nunca limitándose a repetirse mutuamente.
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My Sun” arranca con una melodía más bien limitada, pero enseguida en el verso el trabajo armónico de Holopainen y Koivussari me encandila con nostalgia, y el coro anhelante me reafirma en mi búsqueda. “Highest Star” juega con una flauta sobre arpegios de guitarra, una aldea, un pueblo, un mundo helado y hermoso. El coro no es el mejor del disco.
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A continuacion, la canción que da título al disco comienza con la guitarra acústica y el piano claramente conflagrados para hechizarnos. La música crece y se torna más terrestre, más desesperada. AMORPHIS retorna a los pre-coros que dejo atrás en Am Universum. “Course of fate” parece el canto último, el final de la jornada, su ritmo decidido y en tono positivo. Finalmente “From Earth I Rose” arranca con un riff que me hiela la sangre al llevarme directo a los témpanos hirvientes de Elegy, a la época donde me convertí en un discípulo de la magia de Finlandia. Toda la canción es un retorno, incluso su letra donde la unión entre el hombre y la tierra es manifiesta y celebrada. El death metal melancólico, oscuro mezclado con un folklore rustico y mágico cierra el disco.

Skyforger es un recorrido por todas las épocas de AMORPHIS, pasa por los experimentos sicodélicos de Am Universum, por los terrenos simples y directos de Far Off The Sun, sobrevuela las dubitantes praderas de Eclipse y da luz a las oscuras cavernas de Silent Waters. Incluso por instantes nos recuerda a los sombríos desiertos llenos de agua y maleza de Tales From The Thousand Lakes. Pero sobre todo, por momentos, logra rozar la total luminosidad de las dos obras cumbres, Elegy y Tuonela. Y por ese hecho solamente, el disco no puede sino ser doblemente recomendado. Si bien no perfecto como los últimos mencionados, Skyforger se coloca entre los tres mejores discos de la legendaria banda finlandesa.

Desde The Karelian Ishtmus hasta el presente disco, AMORPHIS nunca me ha decepcionado. Posiblemente a ninguna banda le tengo tanto afecto, tal vez solo a DREAM THEATER. Curiosamente, ambas han experimentado cambios en sus sonidos, pero ninguna se ha alejado demasiado de lo que las hizo grandes en un inicio. No puedo sino agradecer que en esta ocasion nos haya sido regalada esta magnífica colección de cantos de la tierra, del hombre, del alma.

9/10
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2 comentarios:

  1. Se me pusieron los pelos de punta. Brutal reseña mi hermano.

    No puedo acotar ni decir nada extra. All the words have been written.

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  2. Totalmente de acuerdo en todo. Skyforger es un discazo, quizas el mejor de lo que va del año.

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