viernes, 22 de mayo de 2009

DARKTHRONE - Under a Funeral Moon (1993)


Under a Funeral Moon, tercer álbum de la banda noruega DARKTHRONE, fue el primer trabajo en el que el estilo musical abandono casi totalmente el death metal de los dos primeros discos y se metió de lleno en lo que sería la especialidad del grupo: black metal, en su estilo más puro y efectivo (al menos a lo largo de tres producciones.)


DARKTHRONE ya había dado pasos alejándose del death metal en su segundo álbum, A Blaze in The Northern Sky, donde se habían adoptado algunas de las características del genero, siguiendo la influencia de MAYHEM: los nombres reales de los miembros de la banda fueron reemplazados por pseudónimos (Nocturno Oculto, Fenriz, Zephyrous), la portada del disco abandono cualquier tipo de color, centrándose solo en el negro, los músicos adoptaron el corpse-paint (la cara pintada de blanco con detalles negros), pero sobre todo, se comenzaron a abandonar las guitarras afinadas en tonalidad más grave, los riffs empezaron a acercarse mas al punk que al death, las voces se tornaron agudas, y la producción del disco fue deliberadamente empobrecida. El álbum se convirtió en uno de los más importantes para el surgimiento de la segunda ola de black metal, y DARKTHRONE, junto a EMPEROR e IMMORTAL, comenzaron a sentar las bases de un movimiento que hasta ahora es muy popular en el underground musical de Escandinavia.


En mi opinión, sin embargo, es en el tercer disco, Under a Funeral Moon, donde DARKTHRONE empieza no solo a parecer sino a sonar como una banda de black metal. Los tremolo-riffs, riffs consistentes en el velocísimo rasgado de una sola cuerda, de interés más melódico que rítmico, hacen su aparecimiento aquí, principalmente en la mejor canción del disco, la que lo abre, “Nastassja in Eternal Sleep”. Es esta la característica que mas define a una banda como black metal en mis ojos, es lo que puede separarla de los grupos más enfocados en los riffs rítmicos, de compas irregular del death metal, y es lo que le da la principal magia a este oscuro genero. Cuando se unen tremolo-riffs en guitarras afinadas tradicionalmente (o incluso a veces mas agudamente de lo normal) a baterías tocando blast-beats (golpes de redoblante y bombo alternados rápidamente), se logra conseguir un curioso efecto por el cual la velocidad de la música deja de ser evidente y pasa a ser aparente: se consigue una suerte de stasis, animación suspendida en el tiempo, constante y muy atmosférica gracias a la melodía. Si a estos factores se añaden voces salidas del infierno y grabaciones en las que es imposible distinguir casi nada, se consigue música que irónicamente es bella en su fealdad, ensoñadora y mágica en su oscuridad y rusticidad.


El disco es irregular. Por momentos se escucha una banda aun insegura acerca de qué dirección tomar, si bien es cada vez más evidente que el death metal está bien muerto. Aun subsisten muchos pasajes de clara inspiración death. DARKTHRONE lograría finalmente dar una lección de cómo crear un álbum de black metal en el legendario Transilvanian Hunger, disco donde la producción llegaría a impensados niveles de atrocidad, pero donde el black metal surgiría al fin como la bestia que es: crudo, melancólico, por momentos mágico. La banda grabaría otro gran disco (Panzerfaust) y finalmente se perdería entre el montón de grupos sin ningún interés que algún día hicieron historia. Pero es aquí, en Under a Funeral Moon, donde se pueden encontrar los orígenes del más típico sonido del black metal noruego. Un disco que no alcanza la perfección (ningún disco de black metal lo logra del todo, el caos es inherente al género), pero que merece ser escuchado por algunas canciones brillantes, y por su importancia en la formación del más oscuro de los estilos de metal.

8/10

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